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Convento del Verdinal

Está ubicado en la Plaza Verdinal.

Aunque se afirma que es un antiguo Convento de Trinitarios que data de los siglos XVI-XVIII y que incluso Cervantes estuvo allí algún tiempo, las fuentes documentales de los siglos XVI y XVIII niegan la existencia en esta villa de convento alguno. No obstante, llama la atención que en 1752 hubiera en Mota, además del cura párroco, veintidós clérigos: dieciocho sacerdotes, dos de Evangelio y dos Ordenados Menores.

Las últimas investigaciones nos hacen albergar la hipótesis de que este edificio no era un convento, sino más bien un hospital, posiblemente el que se cita en las Relaciones de Felipe II y en el Catastro de Ensenada, como Hospital de San Sebastián y cuyo fin era hospedar a los clérigos y frailes forasteros que venían mendigando. Por tanto, nada tendría que ver con la ermita de la misma advocación. Esta teoría se consolida gracias a las tres cruces de Malta que aparecen en la fachada de este edificio, y la vinculación que tiene dicha cruz con la asistencia hospitalaria. No queremos decir que la Orden de los Hospitalarios o Caballeros de Malta, cuyo distintivo era esta cruz de ocho puntas, tuviera una sede en Mota, simplemente que se utilizó el símbolo que representaba el carácter asistencial de esta Orden. No es de extrañar que la íntima relación eclesiástica que tenía este edificio le haya llevado a identificarlo con un convento.

Es un edificio entre medianeras de planta rectangular, con dos alturas y torre de dos cuerpos sobre la portada que está situada a la derecha. Su estructura está muy alterada tras la transformación en dos viviendas particulares. La fábrica es de sillarejo y el último cuerpo de la torre está enfoscado. Tiene una distribución irregular de huecos y sólo se conserva de la fachada original la entrada principal, la puerta de caballerizas y algunas ventanas. La portada en esquina es adintelada y está enmarcada por moldura mixtilínea, entablamento y cornisa; en la clave y dentro de un círculo, una cruz de Malta. Destaca también una de las ventanas enmarcada por moldura de bocel que sobre el eje de simetría hace un semicírculo, bajo el cual hay una pieza cuyo deterioro impide identificar. Sobre la moldura, una cruz de Malta a cada lado.

En la parte izquierda de la fachada y abarcando los dos pisos, un gran portalón de caballería de arco de medio punto adovelado, con enjutas resaltadas y decorando la clave, un león en posición heráldica.

 

 

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